domingo, 1 de mayo de 2016

ORACIONES SEMANA 3-6 MAIO


LUNES 2: ORACIÓN MEGAFONÍA

MARTES 3 . NO NOME DO PAI, DO FILLO E DO ESPÍRITO SANTO. AMÉN

¡Empezamos el mes de mayo!, y como todos ya sabéis, éste es el mes las flores: ¡es primavera!, el sol que durante el invierno parecía estar escondido aparece ahora dando calor y vida. ¿Os habéis fijado en los árboles que hasta ahora parecían palos secos? En sus ramas han brotado hojas nuevas, y muchas plantas están ahora floreciendo.

         Este mes también es el mes dedicado a María, nuestra Madre. Lo que vamos a hacer durante estos días será UN MOSAICO DE MARÍA. Nosotros queremos también sembrar  de valores nuestro mundo.
El primer mosaico es el de la alegría.
          
         Los hombres vamos haciendo realidad la “profecía” de María: “Me llamarán dichosa todas las gentes”. Asoma­mos nuestros ojos y vemos tantas cosas que nos hablan de ella... María es la mujer a la que cantan todos los pueblos, celebrando su fidelidad a Dios. María es grande porque se reconoce humilde ante Dios. Uno queda abismado por la inmensa humildad, por la madurez y naturalidad con que María asume el misterio en medio de una inmensa soledad. La historia toda no será suficiente para agradecer y admi­rar tanta grandeza.

Feliz tú, María.
1. Feliz tú, María, que has creído. A pesar de las oscuridades y dudas, a pesar de lo difícil del camino has creído en el plan de Dios. 

2. Feliz tú, María, que, después de aceptar el plan de Dios sobre ti, acogiste con paz todas las sorpresas que Dios te iba preparando.

1. Feliz tú, María, por reconocerte pequeña ante Dios; por reconocer que las maravillas que había en ti eran obra de su amor.

2. Feliz tú, María, que te entregaste en manos de Dios y desde entonces viviste llena de su Espíritu. Feliz tú, María, que te conviertes en Madre de todos los hombres y nos haces hermanos.

AVE MARÍA…



MIÉRCOLES 4  de MAYO: “Niñez”

El rezo de las tres “avemarías” antes de dormir es una tradición muy cristiana. Nuestras madres y abuelas nos enseñaron a rezarlas de pequeñitos. Conozco a muchos adultos que lo siguen haciendo noche tras noche.  A medida que nos hacemos mayores podemos pensar que eso es una infantilidad y las abandonamos. Escucha un caso sucedido en un hospital.

Cuentan que una niña estaba a punto de ser operada. Uno de los médicos le dice:
- Cierra los ojos, que vas a dormir un rato. La niña contesta que ella no duerme nunca de día.

El médico le repetía lo mismo para que la niña no viera la aguja con que la iban a pinchar. Ella volvió a decir que sólo dormía de noche y que no quería cerrar los ojos.
- Sin embargo, hoy tienes que dormir para curarte, dijo el doctor.
         - Bueno, dijo ella al fin. Yo antes de dormir siempre rezo las tres avemarías, ¿puedo?
         Y con toda sencillez la niña juntó las manos y empezó su oración. Al terminar se tendió en la mesa de operaciones y cerró los ojos.

         Uno de los cirujanos, después de ver aquello, se sintió conmovido, y en cuanto pudo se retiró a su despacho. Allí se arrodilló y empezó a rezar. Llevaba muchos años sin rezar y alejado de Dios. Salió de allí decidido a encontrarse de nuevo con Dios, y a recuperar lo mejor de su vida.
         
         Tal vez nosotros hayamos perdido esa costumbre o tal vez no la hayamos adquirido. Hagamos un esfuerzo por recuperarla, al mismo tiempo es un momento de reflexión de la jornada que acabamos de vivir. 
         Piensa en adquirir el hábito o la costumbre de no pasar un día sin haber tenido un momento de hablar, pensar o relacionarte con Dios. Es algo que te ayudará en tu vida.

Hoy vamos a rezar por todos los niños del mundo. En muchos países los niños no están tan bien como nosotros: no pueden ir a la escuela, sino que tienen que  trabajar. Hoy le pedimos a la Virgen por ellos. Con nuestra mosaico le ofrecemos nuestra ilusión, nuestro cariño, y le pedimos por todos esos niños que sufren.

Rezamos  a la Virgen: 
Madre, gracias por todo lo que tengo: mi familia, mi casa, mi colegio. Te pido por todos los niños del mundo que no pueden ir a la escuela. Quédate cerca de ellos y que sientan que eres su madre y los proteges.

AVE MARÍA…


JUEVES 5 de mayo: “¡Gracias!”

Cuando va a visitar a su prima Isabel, María canta una canción llena de agradecimiento por todo lo que Dios le ha dado. 

A veces nos quejamos de lo que nos falta, decimos: “¡No es justo!”, y no nos damos cuenta de todo lo que tenemos: gente que nos quiere, una casa, un colegio. Tendríamos que aprender a ser agradecidos. Hoy podríamos dedicar el día a dar gracias. ¡No es  tan difícil! Sólo tienes que dar las gracias cuando te prestan algo, cuando te sirven la comida en el comedor, … ¡Inténtalo!  Colocamos el mosaico del Gracias.

Rezamos:
Madre, enséñame a ser agradecido.
Gracias, Jesús, por ser mi amigo.
Gracias por todo lo que me has dado: la naturaleza, mi familia, mis amigos 
     Gracias

AVE MARÍA…


VIERNES 6 de mayo: Familia

     María, José y Jesús vivieron años en  Nazareth. José era carpintero y Jesús le ayudaba en lo que podía. María, como madre, educaba a Jesús y cuidaba de la familia. Seguro que Santa Ana, la abuela de Jesús, estaba encantada con su nieto y lo quería mucho. 

     En el mosaico  de hoy está escrita la palabra “Familia”. Hoy le vamos a pedir a la Virgen por nuestra familia y por todas las familias del mundo y le vamos a dar gracias por todas las personas que nos quieren y nos cuidan. 

Rezamos a María:
Te doy gracias, Padre, porque no me quisiste solo en el mundo, sino que me diste una familia, amigos y compañeros de camino con quienes compartir mi vida. Ayúdame a ser siempre causa de unión entre mis hermanos y a nunca negarle mi amor y mi apoyo a los que me necesitan. Madre, enséñame a sembrar cariño y alegría  en mi familia, a pensar en los demás. Te pido también por todas las familias del mundo, sobre todo por  las que sufren. Amén 

 AVE MARÍA…

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