domingo, 30 de noviembre de 2014

I SEMANA ADVENTO 1- 5 DECEMBRO


¿Estás apagado?
¡Despierta!

LUNES 1

Ayer domingo hemos comenzado el Adviento.
El Adviento nos invita a prepararnos para la venida de Jesús, que celebramos en Navidad. Toda preparación de un acontecimiento, nos habla de cambiar lo que había y acomodarlo para lo que viene.
El Adviento nos invita a la esperanza. La esperanza hace vivir la vida con nuevo sentido, con nuevo entusiasmo.
Nos invita a decir sí a Dios y a nuestros hermanos, con los que convivimos todos los días.
  
Uno de los símbolos que utilizamos en este tiempo de Adviento es la Corona de Adviento. Se hace con unas ramas verdes en círculo y en el centro cuatro velas. Este es su significado:
·      EL CÍRCULO. Es una figura geométrica que no tiene principio ni fin. Nos recuerda que Dios no tiene principio ni fin, es eterno.
·      EL VERDE DE LAS HOJAS. Representa que Cristo está vivo entre nosotros.
·      LAS VELAS. Son cuatro y representan cada uno de los domingos de Adviento. La luz de las velas simboliza la luz de Cristo que buscamos desde siempre. El hecho de ir encendiéndolas poco a poco nos recuerda que la oscuridad se va disipando. Jesús es la luz del mundo.

Esta semana encendemos la primera vela y decimos
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Después de encender la vela, escuchamos el evangelio de este domingo, y nos unimos a toda la Iglesia que ora en este tiempo de Adviento


Lectura del santo Evangelio según San Marcos 13, 33-37.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡velad!
Palabra de Dios

(Unos segundos de silencio) y nos preguntamos:
¿Estás dispuesto a salir de la rutina, y a no hacer siempre lo mismo?

Juntos terminamos orando al mismo Padre diciendo:

Ø Padre Nuestro…


MARTES 2

De nuevo nos reunimos para alabar y orar a Dios, por ello decimos:
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

 TIENDE TU CORAZÓN 


El papa Francisco nos recuerda que el corazón es el centro de la persona, es verdad que manda nuestra cabeza, pero sin corazón no hacemos nada.
Pues en este momento escribe lo que para cada día de la semana podemos hacer, si es necesario puedes escuchar otra vez la canción.
(Lo escribimos en un possit en forma de corazón).

Al finalizar la oración decimos juntos:
Ø ¡Oh María sin pecado concebida!
Ø Ruega por nosotros que recurrimos a ti


MIÉRCOLES 3

Vamos caminando y construyendo día a día nuestro camino desde el corazón, por ello juntos decimos:

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Señor, te agradecemos que nos hayas avisado de tu venida navideña un año más. Este aviso cariñoso nos permitirá preparar tu visita con tiempo. Nuestro mundo, nuestra familia y nuestro grupo te quiere y te necesita. ¡Ven, Señor y amigo nuestro! ¡Entra en nuestra casa y en nuestras cosas!
El mundo necesita luz, paz, amor, alegría, vida... el mundo necesita Dios, que es todo eso y mucho más. ¿Necesito y deseo que Jesús-Dios venga a “mi casa”, aunque esto me obligue a cambiar ciertas cosas? ¿Qué no me gusta, ni le gusta a Él, de mi vida? ¿Por qué y para qué quiero que me visite? Le rezo de corazón: “Ven a nuestro mundo y ven a mi persona –a mi casa- Señor Jesús...” (Reflexiono y hablo con Él en un rato de silencio)
El adviento es un tiempo para reflexionar, para pensar en aquello que queremos cambiar. Jesús vuelve a nacer en nuestros corazones dándonos de nuevo esperanza. 
Oración final: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén


JUEVES 4
Al final de la semana seguimos caminando hacía la luz.  ¿Conseguiste encender un poco más tu corazón y tu vida?
Te invito de nuevo a orar desde el corazón y la vida diciendo:
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Parémonos a pensar un poco, y escuchemos este cuento para ver lo que nos quiere decir en este tiempo de Adviento.   Pon atención…

UNA MIRADA SABIA
Se cuenta que un buen día, un padre de familia muy acomodada llevó a su hijo de viaje por una zona rural con el firme propósito de que el joven, al ver lo pobre que era la gente del campo, comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos.
Estuvieron por espacio de todo un día y una noche en una granja de una familia campesina muy humilde.

Al finalizar el viaje y ya de regreso a casa, el padre le preguntó:
- ¿Qué te ha parecido el viaje que hemos hecho?
- ¡Muy bonito, papá!
- ¿Te diste cuenta de lo pobre que puede llegar a ser la gente?
- ¡Sí, papá!
- ¿Y qué aprendiste?
Muchas cosas papá: Vi que nosotros tenemos un perro y que ellos tienen cuatro. Nosotros una piscina pequeña en el jardín y ellos todo un arroyo sin fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio y ellos tienen las estrellas. Nuestro patio está cerrado con vallas y ellos tienen todo el horizonte. Ellos tienen tiempo para hablar y convivir cada día en familia, mientras que tú y mamá tenéis que trabajar tanto que casi nunca os veo.
Al terminar el hijo el relato de lo que había aprendido, el padre se quedó mudo. Su hijo añadió: ¡Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser!

¿Quién es más rico? ¿El que tiene más? o ¿El que necesita menos?... ¿Por qué?

El Evangelio siempre nos enseña a valorar lo realmente importante.
Y María nos ayuda a valorar lo esencial, que muchas veces es invisible a los ojos.
Juntos la saludamos diciendo:



Ø Dios te salve María…


VIERNES 5
Estamos llegando al final de la primera semana, cada día encendimos la vela, para así encender nuestro corazón, nuestra vida. La luz nos ayuda a ver mejor, a sentir desde lo más íntimo de nosotros.
No te canses, sigue. De nuevo oramos diciendo:
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
           
CUENTO:
En una ocasión un hombre decidió consultar a un sabio sobre sus problemas. Después de un largo viaje hasta el paraje donde aquel Maestro vivía, el hombre finalmente pudo dar con él:
- "Maestro, vengo a usted porque estoy desesperado, todo me sale mal y no se que más hacer para salir adelante".
El sabio le dijo:
- "Puedo ayudarte con esto... ¿sabes remar?"
Un poco confundido, el hombre contestó que sí. Entonces el maestro lo llevó hasta el borde de un lago, juntos subieron a un bote y el hombre empezó a remar hacia el centro a pedido del maestro.
-"¿Va a explicarme ahora cómo mejorar mi vida?" -dijo el hombre advirtiendo que el anciano gozaba del viaje sin más preocupaciones.
-"Sigue, sigue -dijo éste- que debemos llegar al centro mismo del lago".
Al llegar al centro exacto del lago, el maestro le dijo:
-"Arrima tu cara todo lo que puedas al agua y dime qué ves...".
El hombre, pasó casi todo su cuerpo por encima de la borda del pequeño bote y tratando de no perder el equilibrio acercó su rostro todo lo que pudo al agua, aunque sin entender mucho para qué estaba haciendo esto. De repente, el anciano le empujó y el hombre cayó al agua. Al intentar salir, el sabio le sujetó su cabeza con ambas manos e impidió que saliera a la superficie. Desesperado, el hombre manoteó, pataleó, gritó inútilmente bajo el agua. Cuando estaba a punto de morir ahogado, el sabio lo soltó y le permitió subir a la superficie y luego al bote. Al llegar arriba el hombre, entre toses y ahogos, le gritó:
-"¿Está usted loco? ¿No se da cuenta que casi me ahoga?".
Con el rostro tranquilo, el maestro le preguntó:
-"¿Cuándo estabas abajo del agua, en qué pensabas, qué era lo qué más deseabas en ese momento?".
-¡¡En respirar, por supuesto!!
-"Bien, pues cuando pienses en triunfar con la misma vehemencia con la que pensabas en ese momento respirar, entonces estarás preparado para triunfar...".

El cuento ¿se entendió?, pienso que si, no es muy difícil, pero en tu vida ¿necesitas llegar al extremo para entender lo fácil?
¿Necesitas suspender, para entender que tu trabajo es el estudio?
¿Necesitas enfadarte con tu mejor amigo, para entender la amistad?
¿Necesitas perder algo importante, para reconocer lo IMPORTANTE?
¿NECESITAS…..?
Durante la vida necesitamos de Dios, pero preferimos no tenerlo presente, por ello en este último día de la primera semana de Adviento, te invito a necesitar de Dios, de su presencia y como se nos recordaba el lunes estar atentos a lo que Dios a través de tus amigos, profesores, padres… puedan decirte.
Nos unimos a todos los Colegios Vicencianos que estamos orando y juntos decimos:
Ø Padre Nuestro…


Vigilad - 1 Adv B

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