viernes, 27 de noviembre de 2015

I SEMANA DE ADVIENTO 2015

¡ATENCIÓN! LA VIDA ESTÁ MÁS CERCA.

Ajustemos y sincronicemos el reloj de nuestra vida con el ritmo del Dios de la VIDA.

Llega el tiempo de Adviento. No te duermas, es tiempo de despertar porque el nacimiento de Jesús está muy cerca. Es tiempo de cambiar, de convertirse, de estar alegres en la Esperanza y de prepararse para acogerle en nuestras vidas como lo hizo su Madre, María. 
1ª semana de Adviento: TIEMPO DE VIGILAR
El Señor nos dice que viene a nuestro encuentro, que viene para quedarse con nosotros. Como cualquier visita que llega a nuestra casa, tenemos que tomar la actitud de sanear y embellecer nuestro corazón, preparar la cuna a un recién nacido, ordenar nuestros pensamientos para que todo esté listo para su llegada.

Lunes, 30 de noviembre
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 25-28. 34-36.
"Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustias de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación."
"Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por la preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improvisto sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre."            
Palabra del Señor


 REFLEXIÓN: 
Necesitamos “toques de atención” en nuestras vidas. Vivimos dispersos  y Dios nos quiere atentos a su llegada, con los ojos bien abiertos para acogerlo y celebrar su venida.  Empezamos el Adviento con una reflexión sobre lo que hacemos bien y mal, con urgencia para prepararnos y festejar el nacimiento de Cristo con nuestra mejor disposición.

¿Necesito y deseo que Jesús-Dios venga a “mi casa”, aunque esto me obligue a cambiar ciertas cosas? ¿Qué no me gusta, ni le gusta a Él, de mi vida? ¿Por qué y para qué quiero que me visite? 
(Reflexiono y hablo con Él en un rato de silencio).

Oración final: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo… 

ORACIÓN: PADRE NUESTRO….

Martes, 1 de diciembre
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Somos conscientes que la canción de Efecto pasillo “Cuando me siento bien   os gusta mucho porque os invita a hacer de cada día una sorpresa, un sueño, una fiesta. La fiesta de la VIDA NUEVA de aquella que brota del agua y del Espíritu. De esa Bondad de Dios- que llamamos gracia- que se ha derramado sobre el mundo. Esa fiesta es apertura, expresión gozosa de un proyecto común. Es afirmación de que la vida es buena y vale la pena compartirla con los demás con una gran sonrisa; a pesar de las contradicciones, fracasos y sufrimientos que esta pueda acarrear.


ORACIÓN: DIOS TE SALVE MARÍA…

Miércoles, 2 de diciembre
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
ORACIÓN
Señor, ¿dónde te encontraremos?
Son tantas y tantas las señales
que descubrimos en nuestro camino
Que nos sentimos abatidos, perdidos, desorientados…
Desde la encrucijada de nuestras vidas,
Desde la necesidad de hallar las señales correctas,
Abrimos nuestros corazones y alzamos nuestras voces:
¿Dónde te encontraremos, Señor?
En el niño, envuelto en la miseria, en la periferia de la ciudad,
En el emigrante, envuelto en la intolerancia, en los servicios sociales…
En el mendigo, envuelto en la indiferencia, en el parque del barrio…
En el anciano, envuelto en la soledad, en la residencia de la tercera edad…
En el enfermo, envuelto en el dolor, en la cama del hospital…
En el joven, envuelto en el error, en el centro de menores…
En la mujer, envuelta en el miedo, en las dependencias policiales…
En el parado, envuelto en la impotencia, en las oficinas de empleo…
En el compañero, envuelto en el abandono, en el recreo del cole
¡TE ENCONTRAREMOS SEÑOR!
En nosotros mismos; en nuestra fe; en nuestra nuestro compromiso de cambio y de revolución interior; en nuestra propuesta de vivir una vida desde el Evangelio;
En un corazón que lata para los demás antes que para nosotros; en la Navidad con mayúsculas; en la vida en la justicia y en el amor…
¡TE ENCONTRAREMOS, SEÑOR!
Y sobre todo, en Dios, envuelto en cada hermano que nos encontramos cada día,
En nuestras casas, en nuestra ciudad, en nuestro colegio, en nuestras vidas…
¡TE ENCONTRAREMOS, SEÑOR!

REFLEXIÓN:
Tras todo lo leído cada uno piensa de manera individual en que momentos se encuentra y se siente más cercano a nuestro Padre Dios.

*Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

Jueves, 3 de diciembre
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Carta de Jesús de Nazaret en vísperas de su cumpleaños

Querido amigo:

Como sabrás, nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños. Todos los años, en cada casa, se hace una gran fiesta en mi honor y posiblemente este año sucederá lo mismo.

Para esa noche, la gente hace muchas compras. La noche de mi cumpleaños se dice en los anuncios, en la radio, en la televisión y en todas partes... no se habla de otra cosa, y la gente se despide con el deseo de que para todos sea una noche buena. La verdad, que es agradable saber que, al menos un día del año, las personas piensan un poco en mí. ¿A que a ti también te pasa con tu
Cumpleaños? Lo que está ocurriendo últimamente es que hay gente que parece que no saben ni lo que celebran. Se reúnen, se divierten mucho, pero no saben de qué se trata. Recuerdo por ejemplo el año pasado, estábamos en una casa en esta noche de mi cumpleaños, había cosas muy deliciosas en la mesa, todo estaba decorado, y recuerdo también que había muchos regalos. Yo naturalmente estaba allí pero es que... ni me hacían caso. La fiesta era para mí y me dejaron al margen... y yo quería compartir la mesa con ellos. Preferí estar sin hacer ruido, y me quedé en el rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos ebrios contando chistes, carcajeándose. Lo estaban pasando en grande, menos mal.

Para colmo, llegó un gordo vestido de rojo, de barba blanca y gritando ¡jo-jo-jo-jo! Parecía que había bebido de más. Se dejó caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia él, diciendo: Papá Noel, Papá Noel... ¡Como si la fiesta fuese en su honor!

¿Qué sentirías si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a otros y a ti no te regalaran nada?

 Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.

Te digo que no sé si cada año que pasa esto va a peor; la gente sólo se acuerda de la cena, de los regalos y de las ropas, y de mí nadie se acuerda.

Por eso te escribo, porque quisiera que esta Navidad me permitieras entrar en tu vida. Como muchos no me hacen sitio en su fiesta, voy a organizar la mía propia. Todavía estoy haciendo los últimos arreglos, estoy enviando muchas invitaciones y quiero contar también contigo, tú eres importante para mí; sólo quiero que me digas si piensas asistir, te reservaré un lugar, y escribiré tu nombre con letras de oro en mi gran libro de invitados. En esta fiesta no habrá más que invitados con tarjeta de invitación, y se tendrán que quedar afuera aquellos que no contesten a la invitación hecha.

Prepárate, quiero contar contigo. Hasta pronto... Tu amigo, Jesús de Nazaret

REFLEXIÓN:
En esta carta se critica un modo de celebrar la Navidad.  ¿Qué es lo más importante de lo que se critica?

- ¿Qué sentirías si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a otros y a ti no te regalaran nada?”
- ¿A qué se refiere lo del final de la carta, que este año Jesús quiere contar contigo para organizar su verdadera fiesta de cumpleaños?

ORACIÓN: ¡Oh María sin pecado concebida…!

Viernes, 4 de diciembre
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Vemos este vídeo y hacemos la reflexión final:

REFLEXIÓN:
Cuanto amor hay en el corazón de este padre y cuánto tenemos que aprender de su generosidad. Nos cuesta mucho perdonar los fallos de los demás y deberíamos actuar con más generosidad en este tipo de situaciones. Confiemos en que nuestro Padre Dios abra nuestros corazones al perdón y sepamos ponernos en el lugar de los demás.

*Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

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