LUNS 21 MAIO 2018
“No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo” Amén
Domingo tras domingo del tiempo de Pascua llegamos ayer a la fiesta de
Pentecostés, fiesta del Espíritu Santo, una de las grandes fiestas de la
Pascua. En Pascua hay tres grandes días: el domingo de resurrección, la
Ascensión, y el domingo de Pentecostés. En estas tres fiestas celebramos el
mismo misterio, la resurrección de Jesucristo, pero en cada fiesta destacamos
un aspecto distinto de este misterio. ¿Qué celebramos en Pentecostés?
En Pentecostés nace la Iglesia. Es el tiempo del nuevo pueblo de Dios, de
la Iglesia, es decir, de todos nosotros. Jesús nos envía a ser sus testigos,
pero no nos deja solos. Su fuerza, su Espíritu, siempre nos acompaña.
EVANGELIO (Juan 20, 19-23). “Recibid el Espíritu Santo”
Lectura del santo evangelio según San Juan:
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana,
estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los
judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
- Paz a vosotros.
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor. Jesús repitió:
- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor. Jesús repitió:
- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Palabra del Señor.
MARTES 22 MAIO 2018
“No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo” Amén
MARÍA, MUJER SENCILLA DEL PUEBLO
EVANGELIO: Lucas 1, 47-49
«Engrandece
mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto
los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las
generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas
el Poderoso, Santo es su nombre».
LECTURA
Dios no escoge a una princesa o persona importante en aquella
sociedad. Podía haberlo hecho. Y muchos pensarían que era lo más acertado, dada
la categoría que le podía corresponder como Madre de Dios. Pero María, ni
siquiera era la prometida o la esposa de un sacerdote judío (y había 7.200 en
aquella nación tan diminuta); ni era la mujer de un doctor de la ley (un
escriba), ni siquiera de un piadoso fariseo, considerados como los grandes
observantes de la ley. Mucho menos era la mujer de un potentado (que los había)
o de un gran ganadero o un comerciante bien situado. No. El Hijo de Dios nació
de una mujer del pueblo, pobre y humilde, conocida por sus vecinas por su
bondad. Seguramente con estudios escasos y más escasos bienes aún.
Da a luz a su hijo en un lugar humilde, y no tiene otra cuna que un
pobre pesebre. Cuando, con su esposo José, un obrero con un trabajo poco
remunerado, va al Templo a la presentación del Niño, llevan la ofrenda más
pobre, una pareja de tórtolas. Cuando Jesús vuelve a su pueblo, siendo ya
conocido por sus prodigios y sus enseñanzas, sus conciudadanos se extrañan
porque sólo era el hijo de una pobre mujer del pueblo: “el hijo de María”.
Pero para Dios, lo importante es la persona, su interior; no lo que
posea o el cargo que ostente. María era consciente de su pequeñez, y del favor
infinito que Dios había hecho con ella.
Dios quiso a María sencilla, humilde, pobre, pero llena de dulzura,
para que todos podamos acercarnos a ella sin complejos. Esa es la verdadera
Madre de Jesús, que es el regalo que Dios nos hizo.
REFLEXIÓN
¿Qué es lo verdaderamente importante para ti de
los demás?
¿En qué basas tu felicidad?
¿Respetas a los demás, por lo que son o por lo
que tienen?
ORACIÓN
María, mujer pobre y sencilla.
Llena de escucha y de acogida del don de Dios.
Tu vida estuvo llena de asombro, de no comprender,
de dejarse hacer, de admiración ante Dios.
Viviste guardando silenciosamente todo lo que acontecía,
meditándolo y contemplándolo en tu corazón.
De tu interior fecundo brotaba la alabanza,
la gratitud, la confianza, la disponibilidad
y el abandono total a Dios.
Solidaria y silenciosa ante la cruz
te comprometiste con la Nueva Humanidad hasta el final.
Ruega por nosotros, amorosa Madre,
en esta hora de la Iglesia que peregrina
hacia el hogar de la Trinidad. Amén.
VÍDEO: https://www.youtube.com/watch?v=sEn8szRKQHE (2,38 min)
MÉRCORES 23 MAIO 2018
“No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo” Amén
MARÍA, MUJER SENSIBLE A LAS NECESIDADES DE LOS DEMÁS
CITA BÍBLICA: 1 Juan 3, 17
«Pero cualquiera que tiene los medios de este mundo para el sostén de
la vida, y contempla a su hermano pasar necesidad, y sin
embargo le cierra la puerta de sus tiernas compasiones, ¿de qué manera
permanece el amor de Dios en él?»
LECTURA
María nos indica cuál es la manera de ayudar y servir, especialmente a
los más pobres y necesitados del mundo.
María crea comunión y educa a un estilo de vida compartida y
solidaria, en fraternidad, en atención y acogida del otro, especialmente si es
pobre o necesitado
María tiene una presencia activa, como madre siempre está atenta a lo
que pasa. En las Bodas de Caná, María interviene en la actuación de Jesús. Ella
sabe que solo Jesús es la solución de los problemas de la vida, tiene
conciencia clara y profunda de que su hijo es Dios y nos pide que siempre
hagamos su voluntad.
REFLEXIÓN
¡Qué difícil es dejar nuestras comodidades por compartir con los demás
tiempo, esfuerzos, trabajo, espacios…!
¿Me pongo en la situación del otro? ¿Estoy pendiente de las
necesidades de mis compañeros de clase?
¿Caigo en la cuenta de que mi familia también necesita de mi
generosidad, de mis buenas palabras, de mis gestos agradables, de mi cariño?
ORACIÓN
María, tú que fuiste atenta y servicial en
tantas ocasiones,
danos un corazón sensible a las necesidades
de los demás.
Enséñanos a salir de nuestras
comodidades,
perezas y egoísmos, para echar una mano a
los demás.
María, ayúdanos a estar atentos al
sufrimiento de las personas,
danos ojos y corazón compasivos. AMEN
XOVES 24 MAIO 2018
“No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo” Amén
MARÍA,
MUJER DEL SÍ A DIOS
EVANGELIO: Lucas 1, 38
«He aquí la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra».
LECTURA
Cuando pensamos en el "Sí" de María a la
propuesta de Dios hemos de pensar que María se dejó guiar por la fe. María dirá
que sí, más por confianza y fe, que por conocimiento. Ella apenas podía
entender lo que le había sido explicado... y sin embargo, dice que
"Sí". Además, la fe de María será puesta a prueba cada día. Ella
quedará embarazada. No sabe bien cómo, pero lo cierto es que su corazón está
inundado por una luz especial. Aunque su querido José dude, ella vive inmersa
en el misterio sin pedir pruebas, vive unida a la voluntad de Dios. Él sabrá
encontrar las soluciones a todos los problemas, pero hacía falta fe, hacía
falta abandono total a su voluntad.
María también supo esperar, ¿cómo vivió María aquellos meses y las últimas semanas en la espera de su Hijo? Por medio de la oración y de la unión con Dios. María vivió con intensidad ese acontecimiento que transformó toda su existencia de manera radical.
El Papa Francisco destacó que la respuesta de María “es una frase breve, que no habla de gloria o
de privilegio, sino solo de disponibilidad y de servicio”. En palabras del
santo Padre: “María no se exalta frente a
la perspectiva de convertirse en la madre del Mesías, sino que permanece
modesta y expresa la propia adhesión al proyecto del Señor”.
María se presenta con una actitud que corresponde
perfectamente a la actitud de Jesús cuando vino al mundo: Él quiere ser el
Siervo del Señor, ponerse al servicio de la humanidad para cumplir el plan del
Padre. Igualmente así hizo María: “Hágase
en mí según tu palabra”, Padre estoy dispuesta a servirte.
Estas son experiencias que contrastan con nuestro
mundo egoísta y materialista en el que vivimos. María es ejemplo de entrega, de
humildad y valentía. A nosotros en nuestro día a día se nos plantean infinidad
de situaciones en las que debemos estar disponibles y no reticentes a la
voluntad del Padre: a la ayuda, a la entrega, a la solidaridad,…
REFLEXIÓN
En el sí de María está el Sí de toda la historia de la Salvación. ¿Yo
soy un chico o chica del sí o soy del no? ¿Soy una persona que mira un poco
para otra parte ante las adversidades o digo sí e intento responder a ellas?
Atrévete a decir sí, a decir hágase
como dijo María.
ORACIÓN
Oh Virgen María, madre buena,
que fuiste capaz de leer y comprender los signos de Dios en tu vida
y de descubrir el proyecto divino para ti;
te pido que me ayudes a encontrar qué es lo que Dios me pide
y a responder con disponibilidad y docilidad.
Amén.
María, ruega por nosotros
VENRES 25 MAIO 2018
“No nome do Pai e do Fillo e do Espírito Santo” Amén
MARÍA, DISCÍPULA DE JESÚS
CITA BÍBLICA: Hechos 1, 14
«Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía
de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos».
LECTURA
A nadie nos pasa desapercibido que es el evangelista San Lucas, el
autor del tercer evangelio quién resalta de manera notable, el protagonismo de
las mujeres en un su obra. Protagonismo que alcanza su máxima expresión en la
figura y presencia de María. Lucas la presenta como modelo de discípulo que ha
de recorrer el camino junto al de su hijo.
La figura de María es clave para los que tenemos fe en Cristo: es maestra
y discípula. Es el perfecto instrumento
de Dios.
Es maestra por ser discípula, por estar totalmente
abierta a la escucha y a la participación en el destino de su Hijo muerto y
resucitado. En ella, escucha y seguimiento, están íntimamente unidos.
No solo es madre, es también nuestra maestra y guía en el seguimiento
de Jesús; ella nos “ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de
servicio, de entrega y de gratuidad que deben distinguir a los discípulos de su
Hijo.
María es dichosa y bienaventurada, no sólo por el hecho físico de
haber tenido a Jesús en su vientre y haberlo criado con amor y esmero, sino por
haber creído en su palabra, haberla guardado en su corazón y hacerla vida
durante toda su vida.
REFLEXIÓN
Cuántas veces recurrimos a la oración sólo en los momentos de
dificultad, cuando necesitamos cosas concretas. Entonces, nos viene la fe de
repente e invocamos a nuestra madre para pedirle cosas que dependen sólo de
nosotros…
ORACIÓN
María, te pedimos decisión y confianza para
nuestras vidas:
decisión para anunciar el mensaje salvador
del Amor,
confianza para abandonarnos en sus manos
como tú.
Queremos ser mensajeros
de la Buena Noticia de Jesús en nuestro
mundo. Amén.
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