MARTES 29 MAYO. EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
El valor de la memoria
«Al final del camino
me dirán:
-¿Has vivido? ¿Has
amado?
Y yo, sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres» (Pedro Casaldáliga)
La memoria no ha de ser una losa
que nos llene de tristezas o nos ancle en el pasado. Es parte (sólo parte) de
quien soy hoy.
Es comprensible acarrear un poco de
nostalgia, si nos recuerda que en nuestra vida ha habido algo bueno, pero no si
nos lleva a sumirnos en llanto por lo que ya no está.
El pasado está ahí para hacerme
fuerte, no inútil. Para hacerme libre, no esclavo. Para darme vida en los
momentos de fatiga.
Para mostrarme un horizonte que se abre siempre hacia el futuro. Para
recordarme que los caminos no se detienen, no todavía. Que los caminos se
entrecruzan, se separan, serpentean, y me descubren siempre nuevas sorpresas,
nuevos caminantes, obstáculos y recodos, lugares confortables donde descansar,
que hay jornadas de cansancio y otras de reposo, que hay tormentas y luego sol.
Y allá sigo, caminando, con mi equipaje ligero pero valioso, con tantos nombres
que se siguen uniendo al mío.
¿Qué te hace más
fuerte de las cosas que te han pasado?
¿Cómo ves tu propio camino? ¿De dónde viene? ¿Hacia dónde va?
¿Y Dios, ha acompañado alguna parte de ese camino?
¿Cómo ves tu propio camino? ¿De dónde viene? ¿Hacia dónde va?
¿Y Dios, ha acompañado alguna parte de ese camino?
MIÉRCOLES 30 MAYO. EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
tener paciencia a la hora de juzgar
Había un
hombre que tenia cuatro hijos. El buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las
cosas tan rápidamente; entonces él envió a cada uno por turnos a ver un árbol
de peras que estaba a una gran distancia.
El
primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y
el hijo más joven en el otoño.
Cuando
todos ellos habían ido y regresado, él los llamo y juntos les pidió que
describieran lo que habían visto.
El primer hijo menciono que el árbol era horrible, doblado y
retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y
lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, el dijo que estaba cargado de
flores, que tenia aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa mas llena
de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el
dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y
satisfacción.
Entonces
el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque ellos solo
habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.
Él les
dijo a todos que no deben juzgar a un
árbol, o a una persona, por sólo ver una de sus temporadas, y que la esencia de
lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser sólo
medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si tú te das por vencido en el invierno, habrás
perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del
otoño.
No dejes
que el dolor de alguna estación destruya la dicha del resto.
No
juzgues la vida sólo por una estación difícil.
Persevera a través de las dificultades y malas
rachas… mejores tiempos seguramente vienen por delante.
AVE MARÍA…
JUEVES 31 MAYO. EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
“ESTOY
AHÍ FUERA”
Érase una vez una mujer
muy devota y llena de amor de Dios. Solía ir a la iglesia todas las mañanas, y
por el camino solían acosarla los niños y los mendigos, pero ella iba tan
absorta en sus oraciones que ni siquiera los veía.
Desde su más tierna
infancia había aprendido a practicar sus oraciones y estaba convencida que
allí, en la paz y quietud del templo, se encontraba con Jesús cada mañana.
Un buen día, tras haber
recorrido el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en
que iba a empezar el culto. Empujó la puerta, pero ésta no se abrió. Volvió a
empujar, esta vez con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave.
Afligida por no haber
podido asistir al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué
hacer, miró hacia arriba... y justamente allí, frente a sus ojos, vio una nota
clavada en la puerta con una chincheta. La nota decía: "Estoy ahí
fuera".
ORACIÓN
Señor,
a veces me olvido de los demás y paso por su lado sin escucharlos,
sin
hacerles caso y sin comprenderles.
Señor,
a veces se cierran mis manos y me olvido que tú nos has creado para formar una
gran familia.
Señor,
hoy quiero pedirte
que
me des la fuerza suficiente para estudiar,
para
trabajar con constancia dando lo mejor de mí mismo.
Señor,
hoy te ruego que abras mis ojos
y
mis oídos para escuchar a quien está a mi lado.
Señor,
hoy vengo a pedirte por mis amigos, mis amigas y mi familia.
Que sepa ayudar a todos
para hacer más agradable su vida.
VIERNES 1 JUNIO. EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
No pierdas el tiempo
Se acabó el mes de mayo.
Ahora tenemos por delante otra tarea quizá menos grata, pero igualmente gratificante:
acabar bien el curso.
Los exámenes están próximos, y eso es algo que no
gusta a nadie. En esta época, los exámenes, trabajos y cuadernos se suceden de
forma desenfrenada.
Ahora bien, uno no puede perder de vista que lo más
importante no es el examen, sino el esfuerzo y el interés puesto en su
preparación. El que no te derrumbes ante la contrariedad o el que te muestres
humilde ante el resultado positivo son
signos de “crecimiento”.
Hay una sabia frase que dice lo siguiente: “Perder
un curso es un robo, pero tirar por ello la vida es una estupidez”.
Es más; por ejemplo, a Severo Ochoa le suspendieron
dos veces en sus estudios de medicina, y luego fue Premio Nobel.
A
Balmes le catearon las Matemáticas.
Ramón
Gómez de la Serna tropezó precisa-mente en la Literatura...
Y
el caso de Einstein no es nada despreciable: fue un muchacho especialmente
retrasado; a los tres años no sabía hablar y sus padres llegaron a resignarse y
aceptar la idea de tener un hijo deficiente mental.
Pasar los exámenes son metas que tenemos que
superar, que ir preparando día a día. Esto no nos tiene que bloquear en ningún
sentido, ni nos tiene que dejar angustiados.
Busquemos el suficiente coraje para poder superar
las metas y dificultades que hay en nuestro camino.
AVE MARÍA…
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